Vamos con una curiosidad encontrada en Internet: un gallinero creado de forma artesanal. El propietario aprovechando una construcción ya existente, opta por adosar el gallinero a uno de sus lados para aprovechar y ahorrarse una de las paredes. Es como si fuera una extensión del edificio adyacente. Tendrá que prolongar las dos paredes laterales a la longitud deseada al igual que el tejado.
En la primera imagen se puede apreciar que la base de la estructura de madera se alza ligeramente para evitar el contacto con el suelo y así las posibles humedades.
Prolongación y terminación del tejado del gallinero.
Estas son las piezas de madera con las que son recubiertas todas las paredes .
Movimientos y retirada de tierra para construir una zona de volador para las aves.
El corral o patio donde las gallinas pueden disfrutar del aire libre ya terminado y completamente protegido contra posibles depredadores por una malla metálica.
Una zona de sombra para que las aves se protejan del son del verano.
La fachada del gallinero ya acabada. Pintada para proteger y alargar la vida de la madera, además de muy decorada.
Puerta de entrad y salida para las gallinas dentro del gallinero. Muy bonita.
Dentro está ya prácticamente amueblado con los nidos para las ponedoras y las perchas donde descansan (a la derecha de foto y foto de abajo).
En la imagen se puede apreciar que algunos de los nidos son cajas de cartón, puede ser una buena idea, debido a su aislamiento, bajo coste y pueden ser reemplazadas fácilmente.
Claraboya de luz y ventana para ventilación.
Y “voilà” Ya está terminado este precioso gallinero casero. Desde aquí gracias al autor del mismo.
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